Llegada del calor: ¿Cómo afectará al consumo energético en negocios?

Con la llegada del calor, España se prepara para enfrentarse a un aumento significativo en el gasto energético, especialmente en el sector de la hostelería y los comercios. Este fenómeno no solo impacta en la economía de las empresas, sino que también tiene repercusiones en el consumo eléctrico a nivel nacional.

En este artículo, exploraremos cómo el incremento de las temperaturas afecta al consumo de energía, las medidas que se pueden tomar para mitigar este impacto y las previsiones para el verano de 2024.

¿Cómo afecta el calor al gasto energético en hostelería y comercios?

El ardor del verano no solo trae consigo jornadas soleadas y atardeceres en la costa, sino también un incremento notable en el consumo de energía, especialmente en el ámbito de la hostelería y los negocios. Para mantener áreas frescas y cómodas para clientes y trabajadores, los establecimientos recurren a sistemas de enfriamiento que aumentan drásticamente su demanda de electricidad.

Basado en información analizada por Neoelectra Energía, el verano representa la temporada con mayor consumo de energía en los negocios, alcanzando su punto máximo en los meses de julio y agosto. Este aumento se debe principalmente al uso continuo de equipos de aire acondicionado, ventiladores y refrigeración en locales comerciales y restaurantes.

Según Sergio Maynar, ejecutivo de Neoelectra Energía, «el verano es el período con mayor consumo de energía en los negocios, debido al uso constante de sistemas de enfriamiento». Este incremento en el uso de electricidad no solo afecta la economía de las empresas, sino que también contribuye al aumento de la demanda de energía a nivel nacional.

El rol de la refrigeración en el incremento del consumo eléctrico

La refrigeración desempeña una función crucial en el incremento del consumo de electricidad durante los meses más calurosos del año. La necesidad de mantener una temperatura agradable en el interior para garantizar el confort de los clientes y empleados conduce a un uso intensivo de sistemas de refrigeración y aire acondicionado. Estos dispositivos, aunque son esenciales para el bienestar en climas cálidos, representan una parte significativa del gasto energético de los establecimientos comerciales y de hostelería.

Los datos de REE indican que el mes de julio acapara aproximadamente el 9,8% del total del consumo de energía en los negocios, mientras que agosto supone alrededor del 9%. Este aumento en la demanda eléctrica durante los meses de verano se refleja tanto en los comercios como en los hogares, donde el uso de sistemas de refrigeración se convierte en una necesidad para contrarrestar el calor sofocante.

Sin embargo, el incremento en el consumo eléctrico no se limita únicamente a la refrigeración de interiores, sino que también afecta a sectores como la hostelería y la distribución, donde es esencial mantener la cadena de frío para garantizar la calidad de los productos.

Estrategias para reducir el impacto en el consumo de energía

Frente al aumento en el consumo de energía durante los meses más calurosos, es esencial implementar medidas de eficiencia y ahorro energético. Una de las estrategias fundamentales consiste en seleccionar tarifas eléctricas que consideren la variación estacional del consumo.

Optar por tarifas con precios fijos, indexados o combinados, según las necesidades específicas de cada empresa, puede ayudar a evitar picos en la factura eléctrica durante los períodos de mayor demanda.

Además de la selección apropiada de tarifas, invertir en soluciones de eficiencia energética puede generar ahorros significativos a largo plazo. La implementación de medidas como la instalación de sistemas de iluminación LED, la optimización de la refrigeración mediante el uso de termostatos inteligentes y la explotación de fuentes de energía renovable son algunas de las acciones que pueden contribuir a reducir el consumo eléctrico y, por consiguiente, los costos asociados.

Sergio Maynar, quien lidera Neoelectra Energía, subraya la necesidad de adoptar una aproximación proactiva para administrar de forma eficiente el uso de energía: «Seleccionar contratos anuales con tarifas basadas en precios constantes, variables o una combinación de ambas según los requerimientos de la empresa y el contexto del mercado, representa una estrategia efectiva para evitar picos en el consumo». Asimismo, resalta que «la acumulación de experiencia, conocimiento y especialización es esencial para mejorar la gestión energética en las pequeñas y medianas empresas.

 ¿Cómo se proyecta el verano de 2024?

Las previsiones meteorológicas para el verano de 2024 sugieren una entrada prematura de altas temperaturas en la Península Ibérica. Se espera que las temperaturas superen la media en toda Europa, aunque probablemente no alcancen los máximos históricos registrados en años anteriores. Ante esta perspectiva, la gestión energética eficiente se vuelve aún más crucial para mitigar los impactos económicos del aumento del consumo eléctrico.

Ante la previsión de un verano cálido, es fundamental que las empresas y los hogares estén preparados para hacer frente al aumento del consumo energético. La implementación de medidas de eficiencia energética y la selección adecuada de tarifas eléctricas son acciones clave para reducir el impacto económico y medioambiental del gasto energético durante los meses de calor.

¿Qué podemos esperar de la llegada del calor en ·España?

La llegada del calor no solo marca el inicio de la temporada estival en España, sino que también desencadena un aumento significativo en el gasto energético, especialmente en el sector de la hostelería y los comercios. Para enfrentar este desafío, es necesario implementar estrategias de eficiencia y ahorro energético, así como estar preparados para las condiciones meteorológicas extremas.

En un contexto de cambio climático, la gestión responsable de la energía se convierte en una prioridad tanto para la sostenibilidad ambiental como para la viabilidad económica de las empresas. La adopción de medidas proactivas, como la selección adecuada de tarifas eléctricas y la inversión en soluciones de eficiencia energética, no solo contribuye al ahorro económico, sino que también promueve un uso más sostenible de los recursos energéticos.